07 marzo 2011

El día a día

A veces nuestro día a día nos hace perder el rumbo de las cosas. No debemos permitirlo, se pierden grandes cosas por el camino que por culpa del día a día no las vamos a vivir.
Tenemos que compartir, ser personas y preocuparnos por los que nos rodean, interesarnos por sus vidas y problemas, preguntar ¿que tal? No cuesta nada.

Por culpa del día a día pasamos por alto momentos importantes en la vida de los demás que a nuestros ojos pasan inadvertidos, pero ahí están. Que pasa? Tenemos una fina tela que no nos deja ver, el día a día.

El día a día, al fin y al cabo es un sucedáneo de la vida. Hay quien diría que del día a día se compone la vida, amigo que equivocado estás. Eso no es vivir. Si te refieres a vivir al día o día a día significa otra cosa, pero dejar que tonterías como el trabajo nos hagan perder lo que en esencia somos. Eso no es vivir.

Debemos llenar nuestro día a día de cosas que nos aporten algo, que nos hagan crecer como persona. Y si, crecer profesionalmente está muy bien pero a que precio? Merece la pena? Cuantas veces he visto arruinar una vida por culpa de su vida profesional. Si eres un crack y eres capaz de compaginar ambas cosas, te felicito. Yo hace tiempo que me he decantado por la personal, me enriquece mucho más y me hace ver cosas que antes, no era capaz. Elegir lo que quiero. Sentir de nuevo. Vivir al fin y al cabo.

Yo siempre he sido una persona demasiado profunda, y lo sigo siendo. Siempre me pregunto si algún día me iré a vivir al campo. O si escribiré un libro. Creo que tengo tantas cosas que ofrecer y lo malgastadas que están...

Un pequeño homenaje a Ishtar:



Siento llegar tarde.