Hasta hace bien poco siempre hacía referencia a la buena o mala suerte, pero en éste último viaje a Egipto una persona me dijo que la buena suerte no se espera, sino que se busca. Esto te hace reflexionar y si lo intentas empiezan a cambiar las cosas, solamente tú puedes hacerlo.
Se trata de buscar la tan preciada buena suerte, que si lo piensas ¿que es la buena suerte?, ¿cosas que te interesan y suceden? ¿que te regalen algo inesperado?.
Yo siempre intento predicar con el ejemplo, aunque lo que hay que hacer es más bien lo contrario, es decir, si lo vas a intentar no lo hagas porque fracasarás, en cambio si lo vas a hacer seguro que lo consigues. Esto lo explico porque últimamente se suceden una serie cosas que me dan a entender que tengo buena suerte, o que las cosas me empiezan a favorecer, pero creo que sólo estoy consiguiendo lo que me he propuesto.
Miro todos los ejemplos y en todos los casos hay detrás un esfuerzo que se ve recompensado.
Una máxima de Confucio dice "Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos". La filosofía de Confucio se basa en la buena conducta en la vida y tiene máximas como esta que si las pones en práctica te das cuenta que tiene razón.
Utilizamos dichos populares que son máximas suyas, como "Lo prudente no quita lo valiente" o una que mi padre siempre me ha dicho y que me ha funcionado muy bien "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti, ni te hagas a ti lo que no harías a los demás".
En fin, son pequeñas pinceladas para reflexionar y pensar que en la vida eres lo que haces, y no haces lo que eres. Si quieres ser respetado y querido, quiere y respeta tu primero.
