16 noviembre 2006

¿Nunca te ha pasado que...?

Creo que este va a ser el título de algunos posts que voy a escribir, será como un apartado donde escribo, a modo de monólogo, cosas habituales y cotidianas que me suceden y quiero compartir con los demás convecinos. Espero que te guste y te sientas identificado o te rias almenos.
El otro día estaba en mi casa en uno de esos días que te levantas activo y con ganas de hacer cosas, manualidades o bricomanías, pues bien decidí colocar una lámpara que compramos para la habitación del estudio y otra para la cocina. Decidí empezar por la del estudio porque veía que entrañaba menos dificultad. Empiezo recopilando las herramientas necesarias: el taladro, la broca, el papelito que me obligan a poner en forma de sobre para no tirar polvo al suelo!, los tacos, tornillos, destornillador y escalera. Bien, creo que ya está todo. Me coloco, preparo la escalera, el taladro con la broca, el sobrecito de los polvos (jejeje) y me dispongo ha hacer los agujeros.
Mierda, no he marcado donde tengo que hacer los agujeros. Bajate de la escalera y saca la lámpara del envase y desmontala para poner la base y marcar con lápiz donde va. Vale, ya tengo los agujeros, ahora si, te subes y empiezas con el primero. Al principio vas despacito, sin presión, porque no te quieres pasar que luego se escapa el taco. A medida que van pasando los segundo sin avanzar demasiado empiezas a apretar un poquito y cada vez mas, hasta que crees que has llegado a la profundidad correcta. Haces lo mismo con el otro.
Todo va sobre ruedas, no has tirado mucho polvo al suelo gracias al fantástico sobre (algo se cae), no te has pasado con los agujeros, no estás pasando calor... Te bajas de la escalera, desenchufas el taladro y coges: los tacos, tornillos, destornillador y la base de la lámpara. Otra vez te subes y empiezas por poner los tacos, pimero uno y luego el otro.
Mierda, uno no entra del todo.... joder! Bájate de la escalera deja las herramientas y coge de nuevo el taladro enchufado. Sacas el taco y te dispones a demostrarle a la pared que tú tienes el poder y no se puede resistir, pero en esta demostración de hombría corres el peligro de pasarte, asi que es una demostración un tanto light. Finalmente haces el agujero con la profundida correcta y puedes colocar el taco. Dejas el taladro desenchufado y vuelves a cojer destornillador, tornillos... Colocas la base, encaras un tornillo y con mucha maestría consigues sujetar la base y destornillador con una mano y con la otra apretar un poco el tornillo para sujetar la base solamente. Colocas el otro tornillo y la misma operación, pero... MIERDA!! De repente te salta un trozo enorme de yeso al suelo. Nooo!! Pero que coño ha pasado!?!? En el primer momento no ves el motivo de ese escandaloso suceso. Quitas el tornillo que había quedado a medias pero continuas sin saber porque ha pasado eso, entonces es cuando te reencuentras con ese sentimiento de cagarte en el hijo de puta que te enyesó las paredes. Ahora quitas el taco con un golpe seco ya que te importa una mierda que salte algo más de pared y es entonces cuando probando al meter el tornillo te das cuenta que se ha enroscado mal y se había salido el tornillo fuera del taco... me cago en la puta!
Bueno, calma, vamos a analizar esto, te bajas de la escalera y piensas como solucionar esto para que se note lo menos posible. Lo primero, ponemos otro taco y atornillamos con cuidado la base, de una vez, a la pared. Bien! Ahora, con un poco de aquaplast vamos a hacer cirugía con la pared: con una paletina nos dedicamos a poner una cantidad considerable de aquaplast a modo de cemento rápido para recolocar el trozo de yeso que se había caido, que de lo gordo que era no se había echo añicos al caer. Aqui nos pasamos como unos 10 minutos repasando, con la paletina, el dedo... para dejarlo lo mejor posible. Bueno, el resultado final, depues de hacer las conexiones y atornillar la lámapara a la base, es aceptable, lástima que el color de la pared sea un tono amarillo y el aquaplast blanco!
En fin, ya tengo la lámpara en el estudio y he de decir que funciona perfectamente.

1 comentario:

Javier Bonet Plaza dijo...

Primero existe la ley de Morphie, si algo piensas que esta saliendo bien...es porque contra mejor salga es porque el final será una autentica catastrofe. Si lo aplicamos a las obras en general, cualquier tornillo (en especial los de Ikea...putos suecos...)te darán por culo, sobre todo si es el último...nunca es el primero...curioso. Cualquier lampara, pared, accesorio de baño o una tonta estanteria te ocuparán una tarde entera y te la joderán!! Gracias adios, amigo mio, la experiencia es un grado y entre tooooas las matadas que nos hemos metido en el piso podriamos montar una tienda de decoración, reparación y de paso un gabinete como psicologos hipotecarios (acabo de descubrir una profesión de futuro, mira tu!. En resumén, viva el aquaplast!!!